Sergio Escriche
SODePAZ.-Ramallah 26, 27 y 28 de junio
El pasado fin de semana tuvo lugar en Ramallah una conferencia internacional bajo el título “ Experiencias de unificación de los partidos de izquierda en Palestina y en el mundo”, la primera sesión, que se desarrolló a lo largo del viernes, sirvió para dar a conocer al pueblo palestino las vivencias y las iniciativas llevadas a cabo en distintos lugares del planeta.
Compañeros de Bolivia, Paraguay, El Salvador, India, Alemania, Grecia y Francia presentaron el trabajo que se está realizando en sus países y llamaron a la unidad de la izquierda como única e indispensable receta para luchar contra el neoliberalismo.
Esta receta no es universal o extrapolable a cada región, pero los ejemplos de Bolivia y El Salvador, nos enseñan, que con los ingredientes adecuados, una buena lectura de la realidad social y un trabajo constante desde la base, el cambio no solo es necesario y deseado sino que también, real y posible.
La sesión del sábado estuvo dedicada en exclusiva a los movimientos de la izquierda palestina. Comenzó con los discursos de los líderes de los tres partidos más representativos, Palestinian People`s Party (PPP), Popular Front for the Liberation of Palestine (PFLP) y Democratic Front for the Liberation of Palestine (DFLP).
Las intervenciones recorrieron vagamente los lugares comunes y la necesidad de una unificación para ofrecer al pueblo palestino una alternativa al bipartidismo Fatah- Hamas. Pero no hubo concreciones que pongan en marcha un trabajo común, ni tampoco un acuerdo de mínimos respecto a temas tan importantes como la religión o el posicionamiento ante una futura negociación con el Estado de Israel.
Tras los acuerdos de Oslo y la creación de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), la izquierda palestina quedo a la deriva, confusa y aislada al igual que pasó en Centro América tras los acuerdos de paz. Su futuro dependerá de su empeño por autoregenerarse, de su grado de imaginación para adaptarse a los nuevos tiempos y de su capacidad para olvidar viejas disputas y empezar a crear desde posiciones compartidas.
Para ello debe buscar la complicidad y el apoyo de dos grupos sociales de vital importancia y abandonados hasta el momento, la juventud y las mujeres. Cuantitativamente la conferencia fue un éxito pues el salón de actos estaba repleto, aunque la calidad, sin menospreciar a nadie, nos refleja un dato más preocupante, mas del 80% eran varones de mas de 50 años de edad.
A lo largo del maltratado territorio palestino, hay miles de jóvenes y mujeres en busca de nuevas esperanzas y alternativas. Es obligación de la izquierda abandonar los despachos de Ramallah y salir en su búsqueda.
El reto es enorme y los enemigos numerosos. La humillante ocupación israelí, el inestable e impopular gobierno de Fatah, el islamismo de Hamas y una comunidad internacional que torpedea cualquier iniciativa de izquierdas por muy democrática que esta sea.
http://sodepaz.es/index.php?option=com_content&task=view&id=1032&Itemid=16
Compañeros de Bolivia, Paraguay, El Salvador, India, Alemania, Grecia y Francia presentaron el trabajo que se está realizando en sus países y llamaron a la unidad de la izquierda como única e indispensable receta para luchar contra el neoliberalismo.
Esta receta no es universal o extrapolable a cada región, pero los ejemplos de Bolivia y El Salvador, nos enseñan, que con los ingredientes adecuados, una buena lectura de la realidad social y un trabajo constante desde la base, el cambio no solo es necesario y deseado sino que también, real y posible.
La sesión del sábado estuvo dedicada en exclusiva a los movimientos de la izquierda palestina. Comenzó con los discursos de los líderes de los tres partidos más representativos, Palestinian People`s Party (PPP), Popular Front for the Liberation of Palestine (PFLP) y Democratic Front for the Liberation of Palestine (DFLP).
Las intervenciones recorrieron vagamente los lugares comunes y la necesidad de una unificación para ofrecer al pueblo palestino una alternativa al bipartidismo Fatah- Hamas. Pero no hubo concreciones que pongan en marcha un trabajo común, ni tampoco un acuerdo de mínimos respecto a temas tan importantes como la religión o el posicionamiento ante una futura negociación con el Estado de Israel.
Tras los acuerdos de Oslo y la creación de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), la izquierda palestina quedo a la deriva, confusa y aislada al igual que pasó en Centro América tras los acuerdos de paz. Su futuro dependerá de su empeño por autoregenerarse, de su grado de imaginación para adaptarse a los nuevos tiempos y de su capacidad para olvidar viejas disputas y empezar a crear desde posiciones compartidas.
Para ello debe buscar la complicidad y el apoyo de dos grupos sociales de vital importancia y abandonados hasta el momento, la juventud y las mujeres. Cuantitativamente la conferencia fue un éxito pues el salón de actos estaba repleto, aunque la calidad, sin menospreciar a nadie, nos refleja un dato más preocupante, mas del 80% eran varones de mas de 50 años de edad.
A lo largo del maltratado territorio palestino, hay miles de jóvenes y mujeres en busca de nuevas esperanzas y alternativas. Es obligación de la izquierda abandonar los despachos de Ramallah y salir en su búsqueda.
El reto es enorme y los enemigos numerosos. La humillante ocupación israelí, el inestable e impopular gobierno de Fatah, el islamismo de Hamas y una comunidad internacional que torpedea cualquier iniciativa de izquierdas por muy democrática que esta sea.
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